GRAFFITI/POST-PAINT

La pintura digital y la pintura abstracta convergen en un espacio donde se entrelazan lo táctil y lo conceptual de manera fascinante. En este contexto poscibernético, la pintura digital aporta una dimensión adicional a la velocidad temporal de ejecución, una característica intrínseca fundamental en la pintura gestual.

En ambas manifestaciones, ya sea la pintura abstracta/gestual de medios tradicionales/industriales o su contraparte digital, prevalece el intento de expresar conceptos y sensaciones mediante trazos gestuales y expresivos. No obstante, la pintura digital, respaldada por herramientas táctiles, aporta una ejecución notablemente versátil y ágil. Los artistas tienen la capacidad de capturar y ajustar gestos con celeridad, lo que posibilita una exploración más dinámica y una respuesta inmediata a sus impulsos creativos.

Esta versatilidad en la ejecución imprime una huella significativa en la expresión artística. Los gestos, esenciales en la pintura gestual/abstracta, fluyen con mayor espontaneidad y energía en la pintura digital. La ubicuidad virtual del taller de artista y la portabilidad de dispositivos digitales permite la captura de emociones efímeras y estados mentales en tiempo real, enriqueciendo la experiencia vivencial de la obra de arte.

En síntesis, en la convergencia de la pintura digital y la pintura abstracta, se manifiesta una fusión amplificada entre lo táctil y lo conceptual. La velocidad y versatilidad inherentes a la ejecución digital facilitan la espontaneidad de los gestos expresivos, enriqueciendo tanto la conceptualización como la expresión emocional en esta forma de arte, una variación que merece un examen crítico más profundo.